Dentro del programa de Campañas y Operaciones
Especiales de vigilancia y control previstas por la Dirección General de
Tráfico para el año 2013, entre ayer y el 3 de marzo ha comenzado una
nueva operación dedicada al control del transporte escolar. En la misma
se realizarán inspecciones sobre los vehículos (autorizaciones y
documentos, condiciones técnicas y elementos de seguridad, cinturones y
sistemas de retención) y sobre los conductores (permiso de conducción,
tiempos de conducción y descansos), especialmente en carreteras
convencionales y en vías urbanas.
Desde el curso escolar
2007-2008, todos los vehículos dedicados al transporte escolar deben
cumplir los requisitos que se recogen en el RD 443/2001 de 27 de abril
sobre condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores. En
él se establecen diversos requisitos como la obligatoriedad de que los
menores vayan acompañados en el autobús por una persona debidamente
cualificada, la antigüedad máxima de los vehículos destinados a este
tipo de pasajeros, el seguro de responsabilidad civil ilimitado o la
obligatoriedad de llevar señal de transporte escolar, entre otros, de
singular importancia.
El autobús es el sistema más utilizado para
el transporte de niños para ir al colegio. La seguridad es la máxima
prioridad y las cifras de siniestralidad anuales reflejan que este es un
sector seguro.
El 90% de los accidentes que se producen durante
el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del
vehículo, o justo en los instantes inmediatos, y en muchos casos se
trata de atropellos causados por una distracción del menor, del
conductor del transporte escolar, o de los padres. El transporte escolar
está sometido a una serie de normas de cuyo cumplimiento depende en
muchos casos la seguridad de los menores.
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