Frente el Proyecto de Real Decreto, elaborado por el Gobierno, por el que se modifica el Reglamento General de Circulación y en el que se hace especial hincapié en la reducción de los límites genéricos de velocidad, tanto en el ámbito urbano como en el interurbano, Asintra y Fenebús solicitan que no se reduzca la velocidad máxima de autobuses y autocares en carreteras interurbanas y autopistas, porque conllevaría a un aumento del número de accidentes.
Ambas asociaciones, de la mano del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (Insia), presentaron ayer, 23 de abril, en la sede de CEOE, el ‘Estudio técnico del impacto de la velocidad en accidentes de autocares en vías interurbanas’, elaborado por el propio Insia. Su director, Francisco Aparicio, hizo un repaso por dicho estudio y recalcó el “reducido impacto” que tiene la velocidad en la siniestralidad de este modo de transporte. Según el informe, los accidentes con implicación de autobuses y autocares representan un 2% del total de los accidentes que se producen en las vías de España, porcentaje que se reduce al 1% en los accidentes con víctimas ocurridos en vías interurbanas.
Además, y tal y como señaló Rafael Barbadillo, presidente de Asintra, en 2012 el porcentaje de victimas del transporte en autobús respecto al total de la carretera fue de un 0,07%, y sólo hubo una víctima mortal, frente a un total de 1.304, e insistió en el escaso impacto de la velocidad en la accidentalidad de los autocares.
Por ello, ambas asociaciones reclaman un incremento de la velocidad máxima en autopistas y autovías del 10% y poder circular a 110 kilómetros por hora. Barbadillo apuntó que la diferencia de velocidades de los vehículos en una misma vía “puede traducirse en un aumento de los accidentes en maniobras de adelantamiento”. Asimismo, entre las razones dadas para pedir el aumento, además del bajo índice de mortalidad por accidentes de tráfico, el presidente de Asintra apuntó a la “profesionalidad” de los conductores de este tipo de vehículos, así como al buen estado de los propios vehículos.
Por su parte, Juan Calvo, presidente de Fenebús, indicó que la reducción de la velocidad llevaría a un aumento de los gastos para las empresas de transporte, puesto que “aumentaría el gasto en combustible, lo que conllevaría a un aumento de las emisiones de CO2 a la atmósfera, y perjudicaría también a los viajeros, que verían aumentado el tiempo de sus viajes. Además, en el caso del transporte escolar, obligaría a la reordenación de servicios.
via Autobuses-Autocares.Com http://www.autobuses-autocares.com/?p=344979
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